Marzo 2023

viernes, 19 de agosto de 2011

Introducción a la Geografía


La Geografía es la ciencia que estudia el paisaje resultante de la relación entre las sociedades humanas y la superficie terrestre que habitan. Para ello, integra métodos y fuentes variadas, procedentes tanto del ámbito de la ciencia empírica como de las denominadas ciencias sociales.
Orígenes:

La Geografía como área del conocimiento humano, con un método sistemático de observación y actuación aparece en el siglo XIX. Anteriormente los geógrafos se habían limitado la cartografía: localización y descripción de los territorios que los rodeaban.


Humbolt

Humboldt y Ritter, ambos de origen alemán, y a caballo entre los siglos XVIII y XIX, se esfuerzan por aportar a la Geografía una visión que integrara diferentes ramas del saber (física, historia, geología, biología,...) de manera que pudieran obtener una mejor y más amplia explicación del territorio. Formularon los principios más importantes del método científico en Geografía: localización del hecho geográfico, distribución (expansión o no) del hecho, si es complejo o simple, si se interrelaciona con otros hechos y en qué medida, la causalidad del hecho geográfico, la comparación entre hechos geográficos similares de un mismo territorio y, por último, la generalización del hecho (observar si se reproduce en otras partes del planeta).
Todo esto permite al geógrafo analizar situaciones y ofrecer explicaciones que conlleven la toma de decisiones en un espacio. Por ejemplo, el análisis desde el punto de vista geográfico de una ampliación del casco urbano, deberá indicar su viabilidad atendiendo a factores físicos (si la geología es adecuada para la construcción, si no se agrede a un medio natural,...), económicos (tipo de vivienda y costes de las mismas, servicios necesarios como agua, basura, etc.) y sociales (servicios sanitarios, educativos, comercios,...). El trabajo del geógrafo, por tanto, aporta una visión integradora de diferentes ciencias.
A lo largo del siglo XIX el positivismo científico -estamos en la época de la industrialización de Europa y América del Norte- también afectó a la Geografía, de modo que a partir de esta época tenemos diferentes escuelas o modos de concebir la Geografía. Las principales corrientes geográficas son estas:
Geografía regional, entre la que destaca el francés Vidal de la Blache (1843-1918): el núcleo del análisis del geógrafo está en la región, espacio donde el medio físico ofrece posibilidades de desarrollo al hombre. La región geográfica es, pues, el resultado de la evolución de aspectos físicos, históricos y sociales.
Geografía cuantitativa: surgió del denominado Círculo de Viena, fundado en 1922. Pretendía dotar a la Geografía de todos los elementos necesarios, incluido un lenguaje propio, para considerarla una ciencia empírica. Supuso la integración de un lenguaje matemático que permitiera elaborar modelos con los que explicar los hechos geográficos. Su principal aportación fue el desarrollo de la teoría general de sistemas al análisis geográfico (que en Geografía supone estudiar el orden y la regularidad de los hechos geográficos).
Geografía de la percepción: como reacción al modelo matemático introducido en la Geografía, algunos geógrafos derivaron hacia otras ciencias menos frías, como la psicología, intentando introducir en el análisis del hecho geográfico el elemento psicológico como dato a tener en cuenta, puesto que, según ellos, los modelos matemáticos no lo explican todo. El geógrafo, pues, debe descubrir qué imagen (percepción) tiene el ser humano de su entorno.
Geografías radicales: en el contexto de los años 60, algunas corrientes geográficas opinan que la Geografía deber tener un compromiso social y político para conseguir una sociedad más justa.
Geografía humanista: relacionada con la geografía de la percepción, estos geógrafos estudian el espacio desde un punto de vista completamente subjetivo, pues consideran que el ser humano estable vínculos psicológicos con el espacio que son los causantes de la evolución de éste. Por ello añaden nuevas fuentes de estudio, como la literatura y el arte en general para comprender la relación del hombre con el territorio.
Técnicas del trabajo geográfico

El estudio del espacio y del hombre que lo ocupa supone el análisis de aspectos físicos, económicos, políticos y sociales, lo que genera una gran cantidad de información que hay que cuantificar, clasificar y medir para poder estudiarla. Por ello, la Geografía se ha ido dotando de las técnicas necesarias.
1.- Representación del espacio. Mapas
Un mapa es una representación a escala de la realidad. Para ello se utilizan signos que permiten identificar fenómenos en un espacio (tipos de cultivos, carreteras, ciudades,...). Podemos resumir en dos los principales problemas técnicos para crear un mapa: las dimensiones y el hecho de tener que reproducir en una superficie plana lo que en realidad es una esfera. Las solución viene dada por la escala y la proyección.
Los mapas son una proyección de un espacio en tres dimensiones y esférico (el planeta Tierra) a una superficie de dos dimensiones. Hay diferentes tipos de proyección, y todos suponen la deformación de la realidad. Los sistemas de proyección más utilizados son:

Proyección cilíndrica: el mapa se dibuja proyectando los puntos de la esfera sobre un cilindro. En este caso la zona ecuatorial y los trópicos la mejor representada.
Proyección cónica: para representar la Tierra se la “proyecta” sobre un cono. Representa mejor las latitudes templadas del planeta.
Proyección cenital: es la más utilizada para representar los polos o un hemisferio completo.
Todas estas representaciones cartográficas pecan de situar a Europa en el centro de la imagen del planisferio, a la vez que muestran una distribución de tierras mayor en el hemisferio norte que en el sur. Esto es fruto de la visión que, sobre todo en el siglo XIX, tenían los científicos en general y los geógrafos en particular, al pensar que si los países europeos eran los que mayor desarrollo tecnológico estaban sufriendo, era debido a que eran superiores... En épocas recientes, Arno Peters (1973) aportó una nueva proyección, en la que se respetan las dimensiones de los continentes pero no las formas. Es lo que se conoce como proyección equivalente, con una visión del mundo donde Europa no es el centro y aportando una visión equilibrada entre el norte y el sur:

 
En cuanto a la escala, es la proporción que existe entre la realidad y su representación en el mapa. Puede ser expresada de forma numérica: 1:50.000 (un centímetro en el mapa equivale a 50.000 centímetros en la realidad) o gráfica (una línea segmentada y tabulada dibujada en el mapa).
La escala nos permite calcular la distancia real entre dos puntos a través de una regla de tres simple. Por otro lado, podemos distinguir entre gran escala (los mapas en los que el denominador que indica la escala es inferior a 75.000), media escala (denominador entre 75.000 y 600.000) y pequeña escala (por encima de 600.000). Hay que tener en cuenta que el concepto de gran o pequeña escala alude a la superficie representada, de modo que “gran escala” significa que el espacio representado tendrá una “gran” precisión y detalle.
Tipos de mapa:

Mapas topográficos: de gran escala, normalmente entre 50.000 y 25.000. Recogen información precisa del relieve, hidrografía, asentamientos humanos, actividades económicas, vías de comunicación, etc. Utilizan símbolos convencionales y colores: azul para la hidrografía, siena para el relieve (donde las curvas de nivel unen puntos de igual altitud); el verde para la vegetación (natural y cultivos); rojo para edificios y carreteras; negro para marcar los límites, los caminos y los topónimos.
Mapas temáticos: su objetivo es conseguir que el observador identifique sin problemas la información recogida en él. Ésta puede ser estática o dinámica, según represente un hecho en un momento concreto o refleje sus variaciones a lo largo de un tiempo. Si refleja una sola variable será un mapa analítico y si son varias será sintético. Los mapas temáticos más usuales son:
Mapa coroplético: utiliza colores para representar los valores de un elemento geográfico (mapa de provincias, por ejemplo).

Mapa de puntos: muestra la distribución de los datos en un espacio utilizando puntos, de modo que a mayor densidad de puntos, mayor concentración del fenómeno reflejado.
Mapa de isopletas: mapa de líneas imaginarias que unen puntos del mismo valor (como el mapa de isobaras para el servicio meteorológico, por ejemplo).

Mapa de símbolos proporcionales: como el de puntos pero en vez de la densidad de puntos se utiliza el tamaño de los puntos para indicar los distintos valores reflejados en el mapa.

Mapa de flujos: muestra mediante flechas que unen origen y destino la dirección de un desplazamiento (migratorio, por ejemplo).

Mapa de redes: muestra líneas que conectan puntos en el espacio, de modo que nos permite tener una visión global de cómo está estructurado un territorio.

Mapa de superficies convencionales o anamórfico: como lo importante es el mensaje, se priman las proporciones reales entre las unidades del territorio a representar, olvidándose de las formas reales que se simplifican como figuras geométricas.
Dentro del apartado de los mapas destacan los planos urbanos, en los que se emplea una escala en torno a 1:5.000.
2.- Representación gráfica de datos

La representación gráfica de datos sirve para conseguir una representación visual que nos permita interpretar de modo más rápido y organizado dichos datos y la interrelación entre ellos. Estas representaciones pueden ser de líneas, de barras, circulares... Destacan algunos como el climograma (gráfico de doble entrada de líneas y barras) y los histogramas de frecuencia (como la pirámide de población).
En general, la representación de datos conlleva unos cálculos matemáticos previos que garantizan la interpretación de las figuras resultantes, por ejemplo, si en un climograma la línea de la temperatura está por encima de la barra de las precipitaciones, “esa imagen” nos permite afirmar que estamos ante un mes seco, aunque no conozcamos los valores ni de la temperatura ni de las precipitaciones.
3.-Además de los mapas y la representación de datos, la Geografía se ayuda de la fotografía, especialmente de la fotografía aérea y de la teledetección, es decir, sistemas que permiten obtener imágenes desde plataformas espaciales gracias a sensores que captan la energía electromagnética de los cuerpos terrestres. Una vez medida su radiación, se transforman su intensidad en valores numéricos que dan lugar a imágenes reconocibles y analizables.
4.-La estadística: En Geografía es frecuente el uso de encuestas para el análisis de un hecho geográfico. Para llevarlas a cabo, se utilizan técnicas estadísticas que permiten organizar, analizar y presentar datos numéricos. Con la estadística podemos analizar grados de dispersión de un fenómeno, tendencias de comportamiento (comercio, demografía,...), medias, modas,... Con esta información el geógrafo dispone de una información valiosa para aportar propuestas de actuación.
5.- Tecnologías digitales aplicadas a la Geografía: GPS, GIS (Sistemas de Información Geográfica), CAD (diseño asistido por ordenador), satélites meteorológicos, internet, Google Earth, … Todas estas herramientas permiten manejar un elevadísimo número de datos, como por ejemplo en el campo de la meteorología, lo que se traduce en una mejor predicción meteorológica, de gran aplicación para la agricultura, el turismo, etc.