Marzo 2023

domingo, 14 de agosto de 2011

Estilos de aprendizaje

Estilo de aprendizaje es el conjunto de características psicológicas que suelen expresarse conjuntamente cuando una persona debe enfrentar una situación de aprendizaje; en otras palabras, las distintas maneras en que un individuo puede aprender. Se cree que una mayoría de personas emplea un método particular de interacción, aceptación y procesado de estímulos e información.
Las características sobre estilo de aprendizaje suelen formar parte de cualquier informe psicopedagógico que se elabore de un alumno y pretende dar pistas sobre las estrategias didácticas y refuerzos que son más adecuados para el niño.
No hay estilos puros, del mismo modo que no hay estilos de personalidad puros: todas las personas utilizan diversos estilos de aprendizaje, aunque uno de ellos suele ser el predominante.
Hay distintos modelos que se ocupan de la manera de organizar la información. Entre ellos, la teoría de los hemisferios cerebrales.
El cerebro humano se divide en dos hemisferios, cada uno con cuatro lóbulos, conectados entre sí por el corpus callosum.
Cada hemisferio procesa la información que recibe de distinta manera o, dicho de otro modo, hay distintas formas de pensamiento asociadas con cada hemisferio.
El hemisferio lógico, normalmente el izquierdo, procesa la información de manera secuencial y lineal.
El hemisferio lógico forma la imagen del todo a partir de las partes y es el que se ocupa de analizar los detalles.
El hemisferio lógico piensa en palabras y en números.
El hemisferio holístico, normalmente el derecho, procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo.
El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes y sentimientos.
Aunque no siempre el hemisferio lógico se corresponde con el hemisferio izquierdo ni el holístico con el derecho en un principio se pensó que así era, por lo que con frecuencia se habla de alumnos hemisferio izquierdo (o alumnos analíticos) y alumnos hemisferio derecho (o alumnos relajados o globales).
Naturalmente, para poder aprender bien necesitamos usar los dos hemisferios, pero la mayoría de nosotros tendemos a usar uno más que el otro, preferimos pensar de una manera o de otra.
El que tendamos a usar más una manera de pensar que otro determina nuestras habilidades cognitivas ya que cada manera de pensar está asociada con distintas habilidades (véase Habilidades asociadas con cada hemisferio).
El comportamiento en el aula de los alumnos variará en función del modo de pensamiento que prefieran.
Un hemisferio no es más importante que el otro, un modo de pensamiento no es mejor que el otro, para poder realizar cualquier tarea, por simple que parezca, necesitamos usar los dos hemisferios.
Cuanto más complicada sea la tarea más importante será utilizar todos los modos de pensamiento y no uno sólo.
Sin embargo nuestra cultura y nuestro sistema escolar no son neutros. Al igual que con los sistemas de representación, nuestro sistema escolar prima el hemisferio lógico sobre el hemisferio holístico.
Una vez, desde el punto de vista del profesor lo que nos interesa es organizar el trabajo en el aula de tal forma que las actividades potencien la utilización de ambos modos de pensamiento.
El estilo de aprendizaje del alufnno condiciona el estilo de enseñanza del profesor. Al mismo tiempo podríamos indicar que también existe el proceso inverso.
Es decir, el estilo de enseñanza del profesor también influye en el estilo de aprendizaje del alumno.
Este último, como desarrollaron Entwistle y Tait, es uno de los factores más importantes a considerar cuando se está diseñando un programa de formación.
Kolb demostró que como consecuencia de aspectos genéticos y de entorno, la mayoría de personas presentan estilos de aprendizaje que priman ciertas habilidades para aprender con respecto a otras, en relación con la enseñanza superior.
Estos estilos, según Kolb, son los siguientes
- Convergente: es un alumno en el que dominan las capacidades de conceptualización abstracta y la experimentación activa. Es muy eficaz en la aplicación práctica de ideas.
Este es el estilo de aprendizaje que ofrece resultados óptimos para estudios técnicos como la ingeniería, por ejemplo.
- Divergente: en él dominan la experiencia concreta y la observación reflexiva, lo cual es en cierto modo opuesto a las capacidades del convergente.
Es un tipo de alumno en el que su principal punto fuerte es la gran capacidad de imaginación, lo que lo hace muy efectivo en situaciones como la tormenta de ideas
- Asimilador: es un alumno en el que las capacidades dominantes son la conceptualización abstracta y la observación reflexiva lo que le hace especialmente indicado para crear modelos teóricos.
- Acomodador: se encuentra cómodo en la experiencia concreta y en la experimentación activa. Sus puntos fuertes consisten en hacer cosas y en participar en nuevas experiencias.
Su reacción, cuando la teoría no coincide con la realidad, es rechazar la teoría.
- Tener: Son alumnos concentrados en escuchar las palabras del profesor para poder transcribirlas en los apuntes lo más fielmente posible y así aprenderlo todo de memoria y aprobar el examen.
No esperan reflexionar sobre lo que dice el profesor ni desean ningún cambio en su forma de pensar. Son alumnos que reaccionan positivamente ante los métodos pedagógicos pasivos como la lección magistral, por ejemplo.
En cambio, reaccionan negativamente cuando se les pide que adopten un comportamiento activo y que opinen, o que trabajen en grupo.
- Ser: Son alumnos interesados en reflexionar sobre lo que se comenta en clase o sobre las lecturas que propone el profesor. Están abiertos a cambiar a través del proceso de formación y a participar activamente en clase.
Reaccionan positivamente si se utilizan metodologías activas tales como el caso, los juegos de roles, los juegos de empresas, etc. En cambio, reaccionan negativamente si se les pide que memoricen teorías.
También se puede agrupar a los alumnos en teóricos, reflexivos o pragmáticos:
- Teórico: El alumno está interesado en aprender de forma ordenada fundamentos y modelos con objetivos muy claros. También se desea integrar ideas y marcos conceptuales de forma lógica.
Este tipo de alumno es muy similar al interesado en tener, de acuerdo con la clasificación anterior. Por tanto, los métodos pedagógicos pasivos (lección magistral, conferencia) son los que más encajan.
- Reflexivo: El interés se concentra en la observación de una situación, o la actuación de otros, desde diferentes perspectivas.
Existe una gran motivación por el intercambio de ideas entre los distintos alumnos. Este tipo de alumno, al igual que el que se expone a continuación, está interesado en ser más que en tener.
- Pragmático: Se trata de poner en práctica ideas o teorías para comprobar que son razonables.
Al igual que el alumno reflexivo, reacciona muy positivamente si se utilizan métodos pedagógicos activos (caso, juego de roles, juego de empresas, etcétera).