Marzo 2023

martes, 24 de abril de 2012

Despertando la creatividad, 8 acciones indispensables



¿Alguien había pensado por un solo momento que, las emociones, el engagement, la experiencia, el impacto, la inclusión del consumidor en los procesos creativos y el auge constante y dinámico del interés por el fenómeno social, desplazaría la necesidad de conocer los secretos de la neurociencia y aplicarnos a nuestras acciones?
Es de esperar que no, porque no es un tema menor pensar que la creatividad – lo mas buscado y perseguido en el momento actual por las sociedades- surge de la ruptura, de la crisis, del dolor, de la combinación de sucesos y experiencias.
Las personas creativas que lo son de forma innata, poseen una capacidad única para establecer relaciones, patrones, ideas, que nacen de la espontaneidad. Necesitan momentos de abstracción profunda y también ciclos de acción mental centrada en análisis y el razonamiento, combinado con la visualización y conexión espontánea. Aunque presentan serios problemas para seguir planificaciones, minimizando así la eficiencia de su don.
También existen las personas que no poseen de forma innata la creatividad y que conforman un hábito para su desarrollo a partir de la constancia y la perseverancia que subyace en el proceso de formación y asimilación constante de información al que se enfrentan cada día.
¿Todos tenemos la posibilidad de innovar y ser creativos?
Es un enorme desafío, complejo desde todo punto de vista; profesionalmente requiere dedicación constante y exigencia permanente centrada en la entrega de aquello que “se espera de nosotros” y personalmente, nos exige que vivamos a través de la aceptación que ésta -conformar un universo de emprendedores que acción conjunta construyan marcas que satisfagan las necesidades de un prosumidor cada vez más activo y formado- es la única alternativa para el crecimiento en un momento como el actual.
Despertando la creatividad, 8 acciones indispensables
Formarse, tener necesidad de aprender, apasionarse por los procesos de asimilación de información. ¡Sólo así se favorece el recuerdo!
Seguir la creatividad ajena, esa pintora que sobresale en Facebook por sus creaciones, ese científico que asila y descubre, esa empresa que pone en marcha una campaña brillante centrada en el compromiso medio ambiental y el retorno a los valores, identificar la creatividad ajena, activa nuestros propios procesos creativos. Nos permite imaginar, visualizar y conectar conceptos.
Energías limpias, atreverse es la consigna. La innovación y la creatividad son áreas dormidas para el ser humano durante décadas. Expuestos a procesos formativos basados en la asimilación repetitiva de conceptos obsoletos e ineficientes, prepararan a la persona para repetir sin cuestionarse, los esquemas impuestos, coartando con ello cualquier posibilidad a espontaneidad y la creatividad.
Hoy, todo ha cambiado, quien pueda establecer conexiones, simular nuevos puntos de vista, abrir nuevas corrientes de conocimientos, quien pueda conjugar los elementos para ofrecer una respuesta integral en términos sensoriales, tiene en sus manos la llave que abre la caja de las emociones ajenas.
El emprendedor, el creativo, el innovador, el alumno, el docente, el producto, el consumidor, la persona que somos finalmente, necesita un respiro, una desconexión, necesita escuchar sus propios pensamientos y aprender a pensar en armonía. Resulta curioso pero, le debemos a la eclosión del fenómeno social, la toma de conciencia con la importancia que subyace en la “meditación y el aislamiento” ¡Recordemos que las mejores decisiones se toman tras ciclos de reflexión profunda!
Conectarnos con nuestros propios elementos. Buscamos conformar un universo en el que todos los mercados e industrias encuentren las palabras que definen la emoción que genera el vínculo con sus clientes.
Imaginar una fábrica de máquinas para hacer palomitas de maíz en busca de la emoción así en una primera lectura puede ser complejo, aunque del contacto con nuestros propios hábitos y costumbres y, derivado de la fortaleza que entrega el emprendimiento como una forma de vida, podemos imaginar una conexión con las emociones que vincule un recuerdo entrañable a las palomitas de maíz… y puede ser un comienzo.
Conectar a los opuestos= explosión de oportunidades. Buscamos innovar, activar nuestro clic y transformarnos en creativos, identificar esa idea, ese proyecto, esa necesidad y elaborar acciones eficientes para ponerlo en marcha y lograr el éxito. Debemos ser capaces de establecer nexos entre conceptos opuestos, es así como identificaremos nuevas oportunidades viables y lograremos establecer conexiones que abran nuevos puntos de vista y formas alternativas de ver y lograr cosas.
Mantener la pasión por lo que hacemos y, por lo tanto, buscar siempre nuevas ideas y opciones, creer firmemente que, aunque lento, vamos avanzando y celebrarnos los pequeños y en ocasiones, efímeros logros que vayamos alcanzando, sólo así seremos capaces de conectarnos con nuestra creatividad dormida y lograr una planificación eficiente de nuestras acciones.

Por Carolina Velasco