En la mitología griega, Pegaso es un caballo alado que nació de la sangre de la cabeza de la gorgona Medusa después de que esta fuera decapitada por el héroe Perseo. Según la leyenda, Pegaso fue domesticado por el héroe Belerofonte, quien lo montó para matar a la Quimera, un monstruo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente. Después de la hazaña, Belerofonte intentó volar con Pegaso hacia el monte Olimpo, la morada de los dioses, pero fue derribado por Zeus y cayó a la tierra, quedando Belerofonte gravemente herido.
Pegaso es descrito como un caballo blanco, con alas doradas y una gran velocidad y agilidad en el aire. En la mitología griega, se le considera el caballo de los dioses, y es asociado con el dios del sol Helios y con la diosa de la sabiduría Atenea. Pegaso también aparece en varias obras literarias y culturales, como en la poesía de Homero y en el arte renacentista, donde es retratado como un símbolo de la imaginación y la creatividad.