Marzo 2023

viernes, 2 de junio de 2023

Tema 19 – La población española. Comportamiento demográfico y fenómenos migratorios.

Tema 19 – La población española. Comportamiento demográfico y fenómenos migratorios.



0. INTRODUCCIÓN

1. LA EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA.

1.1. EL CICLO DEMOGRÁFICO ANTIGUO.

1.2. EL CICLO DEMOGRÁFICO MODERNO.

2. ELEMENTOS DEL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA. NATALIDAD Y

MORTALIDAD.

2.1. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA.

2.2. LA NUPCIALIDAD

2.3. LA NATALIDAD.

2.4. LA MORTALIDAD.

3. ESTRUCTURA ACTUAL DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA.

3.1. ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA.

3.1.1. COMPOSICIÓN POR EDAD.

3.1.2. COMPOSICIÓN POR SEXO

3.1.3. EL ESTADO CIVIL DE LA POBLACIÓN.

3.2. ESTRUCTURA SOCIOPROFESIONAL.

4. LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

4.1. MIGRACIONES INTERIORES.

4.2. MIGRACIONES EXTERIORES.

4.2.1. LA EMIGRACIÓN.

4.2.2. LA INMIGRACIÓN.

5. ANÁLISIS POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

6. CONCLUSIONES

7. BIBLIOGRAFÍA

  1. INTRODUCCIÓN

En este tema, se abordará el estudio de la población española, centrándose en su comportamiento demográfico y los fenómenos migratorios que han influido en su evolución. La demografía es una disciplina que analiza la dinámica de las poblaciones humanas, estudiando sus características, cambios y distribución en el tiempo y el espacio.

La población española ha experimentado transformaciones significativas a lo largo de su historia. Desde el antiguo ciclo demográfico, caracterizado por altas tasas de natalidad y mortalidad, hasta el ciclo demográfico moderno, marcado por la transición demográfica, se han producido cambios demográficos fundamentales.

La evolución de la población española ha estado influenciada por diversos factores, como las condiciones socioeconómicas, las políticas demográficas, los avances en la medicina y la tecnología, así como los fenómenos migratorios. Estos últimos desempeñan un papel crucial en la configuración de la estructura demográfica y sociocultural del país.

La natalidad y la mortalidad son elementos clave del crecimiento de la población. La natalidad se refiere al número de nacimientos en relación con la población total, mientras que la mortalidad se refiere al número de fallecimientos. Estos indicadores demográficos se ven influenciados por factores como la educación, la salud, las condiciones económicas, la planificación familiar y las políticas públicas.

La estructura actual de la población española muestra un envejecimiento progresivo, con un incremento de la esperanza de vida y una disminución de la fecundidad. Esto plantea desafíos en términos de sostenibilidad de las pensiones, demanda de servicios de atención a la salud y adaptación de las políticas sociales a una población más longeva.

En cuanto a los movimientos migratorios, España ha experimentado importantes flujos migratorios tanto internos como externos. Las migraciones internas se han caracterizado por un éxodo rural hacia las áreas urbanas, lo que ha provocado un crecimiento de las ciudades y un despoblamiento de las zonas rurales.

En cuanto a las migraciones externas, España ha pasado de ser un país tradicionalmente emisor de emigrantes a convertirse en un receptor de inmigrantes en las últimas décadas. La llegada de personas procedentes de América Latina, África y Europa del Este ha tenido un impacto significativo en la estructura demográfica y sociocultural del país.

Es importante realizar un análisis detallado por comunidades autónomas, ya que existen diferencias demográficas y migratorias entre las regiones. Algunas comunidades autónomas, como Madrid y Cataluña, han experimentado un crecimiento demográfico notable debido a su actividad económica y su atractivo para los migrantes, mientras que otras regiones, como Castilla y León o Extremadura, han enfrentado retos demográficos como el envejecimiento y el despoblamiento.

  1. LA EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

1.1. EL CICLO DEMOGRÁFICO ANTIGUO

El ciclo demográfico antiguo en España se caracterizaba por una alta mortalidad y una alta natalidad, pero con un crecimiento de la población relativamente lento. Durante gran parte de la historia de España, las condiciones de vida eran precarias, con una falta de desarrollo económico y sanitario que contribuía a altas tasas de mortalidad. Las enfermedades, las epidemias y la malnutrición eran comunes, especialmente entre los segmentos más pobres de la población.

Sin embargo, a pesar de la alta mortalidad, la natalidad también era elevada. Las familias solían tener un gran número de hijos debido a diversas razones, como la necesidad de mano de obra en el campo, la alta mortalidad infantil y la falta de control de la natalidad. Esto resultaba en una tasa de crecimiento de la población relativamente lenta, ya que las altas tasas de mortalidad contrarrestaban el incremento de nacimientos.

1.2. EL CICLO DEMOGRÁFICO MODERNO

El ciclo demográfico moderno en España se inició en el siglo XIX con la transición demográfica. Este proceso se caracterizó por una disminución significativa de la mortalidad y posteriormente de la natalidad. Estos cambios demográficos estuvieron relacionados con transformaciones económicas, sociales y sanitarias que tuvieron lugar durante este período.

Durante el siglo XIX y principios del XX, España experimentó mejoras en las condiciones de vida, avances en la medicina y en la higiene, lo que resultó en una reducción gradual de la mortalidad. La lucha contra enfermedades infecciosas, la mejora de la nutrición y el acceso a servicios de salud contribuyeron a una mayor esperanza de vida y a una disminución de las tasas de mortalidad.

Posteriormente, a mediados del siglo XX, se produjo una disminución significativa de la natalidad en España. Factores como el aumento de la urbanización, el acceso a métodos anticonceptivos, la incorporación de la mujer al mercado laboral y los cambios en las actitudes hacia la familia y la planificación familiar influyeron en esta reducción de la natalidad. Como resultado, la tasa de fecundidad total cayó por debajo del nivel de reemplazo, lo que implica que la población no puede mantenerse por sí sola sin la contribución de la inmigración.

Estos cambios demográficos han llevado a un crecimiento demográfico más lento en España y a un envejecimiento de la población. A medida que la esperanza de vida aumenta y las tasas de natalidad disminuyen, se observa una proporción cada vez mayor de personas mayores en comparación con la población joven. Esto plantea desafíos en términos de la sostenibilidad de las pensiones, la atención médica y los servicios sociales para la población envejecida.

  1. ELEMENTOS DEL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA: NATALIDAD Y MORTALIDAD

2.1. EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

La evolución de la población española ha experimentado importantes cambios en cuanto a su crecimiento. A lo largo de las últimas décadas, se ha producido un descenso en las tasas de crecimiento demográfico, principalmente debido a la disminución de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida.

En la década de 1960, España experimentó un período de fuerte crecimiento demográfico conocido como "baby boom". Durante este tiempo, hubo un aumento significativo en el número de nacimientos, lo que se debió a diversos factores, como mejoras en las condiciones económicas, el acceso a la educación y la estabilidad política. Sin embargo, esta tendencia cambió a partir de la década de 1980, cuando la tasa de fecundidad comenzó a disminuir rápidamente.

En la actualidad, España se encuentra por debajo del nivel de reemplazo de la población, lo que implica que la cantidad de nacimientos no es suficiente para mantener el tamaño de la población sin la contribución de la inmigración. Esto se debe a una combinación de factores, como el retraso en la edad de maternidad, el aumento de las tasas de contracepción y el cambio en los valores y las actitudes hacia la familia y la maternidad.

2.2. LA NUPCIALIDAD

La nupcialidad se refiere a la formación y disolución de matrimonios. En España, ha habido cambios significativos en las pautas de nupcialidad en las últimas décadas. Se ha observado una disminución en el número de matrimonios, así como un retraso en la edad en la que las personas deciden casarse.

El retraso en la edad de matrimonio se debe en parte a cambios en los roles de género, mayor participación de las mujeres en la educación y en el mercado laboral, así como a cambios en las actitudes hacia el matrimonio y la convivencia sin casarse. Además, la legalización del divorcio y una mayor aceptación social del mismo han contribuido a un aumento en el número de divorcios y separaciones.

2.3. LA NATALIDAD

La natalidad se refiere al número de nacimientos en relación con la población total. En España, se ha producido una disminución significativa de la natalidad en las últimas décadas. La tasa de fecundidad total, que indica el número medio de hijos por mujer en edad fértil, ha caído por debajo del nivel de reemplazo.

Entre los factores que han contribuido a esta disminución se encuentran el aumento de la participación de las mujeres en el mercado laboral, la mayor importancia de la educación, la falta de conciliación entre la vida laboral y familiar, la incertidumbre económica y las dificultades para acceder a la vivienda. Estos factores han llevado a un retraso en la edad de maternidad y a una reducción en el número de hijos por mujer.

2.4. LA MORTALIDAD

En cuanto a la mortalidad, España ha experimentado un progresivo descenso en las tasas de mortalidad en las últimas décadas. Los avances en la medicina, la mejora de las condiciones de vida, el acceso a una atención sanitaria de calidad y la adopción de hábitos de vida más saludables han contribuido a un aumento en la esperanza de vida.

Sin embargo, a pesar de la mejora en las tasas de supervivencia, España también se enfrenta a desafíos en términos de salud pública. El envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades crónicas asociadas a la edad plantean retos en el sistema de atención médica y en la provisión de cuidados a largo plazo.

  1. ESTRUCTURA ACTUAL DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

3.1. ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA

La estructura demográfica de la población española se refiere a la distribución de la población en diferentes grupos de edad y sexo, así como al estado civil de los individuos. Estos factores son clave para comprender las características y necesidades de la población.

3.1.1. COMPOSICIÓN POR EDAD

En la actualidad, España se caracteriza por tener una estructura demográfica envejecida. El envejecimiento de la población se debe a la disminución de la fecundidad y al aumento de la esperanza de vida. Esto se traduce en un mayor porcentaje de personas mayores y un menor porcentaje de personas jóvenes en la población.

El grupo de edad que experimenta un crecimiento más rápido es el de las personas mayores de 65 años. Esto plantea desafíos en términos de atención médica, servicios sociales y sostenibilidad de las pensiones, ya que el número de personas en edad de jubilación aumenta en comparación con la población en edad laboral.

Además, el envejecimiento de la población tiene implicaciones en términos de necesidades de cuidado a largo plazo, adaptación de los entornos urbanos para personas mayores y promoción de estilos de vida saludables para garantizar un envejecimiento activo y saludable.

3.1.2. COMPOSICIÓN POR SEXO

En términos de composición por sexo, la población española presenta una ligera diferencia en el número de hombres y mujeres. Sin embargo, esta diferencia se ha ido reduciendo en los últimos años.

Además, es importante destacar que la esperanza de vida es ligeramente mayor en las mujeres en comparación con los hombres. Esto se debe a una serie de factores, como diferencias biológicas, comportamientos de salud y acceso a los servicios de atención médica.

La composición por sexo también tiene implicaciones en términos de políticas de igualdad de género y atención a las necesidades específicas de hombres y mujeres en áreas como la salud, el empleo y la conciliación laboral y familiar.

3.1.3. EL ESTADO CIVIL DE LA POBLACIÓN

En cuanto al estado civil de la población, ha habido cambios significativos en las últimas décadas. Se ha observado un aumento en el número de personas solteras, así como un incremento en la cohabitación y en el número de parejas que eligen convivir sin contraer matrimonio.

Estos cambios en el estado civil están relacionados con factores como el retraso en la edad de matrimonio, cambios en las actitudes hacia el matrimonio y la convivencia, y la mayor importancia de la autonomía individual y la realización personal.

El aumento de la cohabitación y la diversidad de formas de convivencia plantean desafíos en términos de políticas familiares y de protección social, ya que las estructuras familiares tradicionales están evolucionando y surgen nuevas necesidades y demandas.

3.2. ESTRUCTURA SOCIOPROFESIONAL

La estructura socioprofesional de la población española se refiere a la distribución de las personas en diferentes sectores de actividad económica y ocupaciones. España ha experimentado cambios significativos en su estructura laboral en las últimas décadas.

En el pasado, la economía española estaba dominada por el sector agrícola y el sector industrial. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido una transición hacia una economía más orientada hacia los servicios. El sector servicios representa actualmente una parte significativa del empleo y del PIB.

Además, España ha experimentado cambios en cuanto a la calidad del empleo, con un aumento de la precariedad laboral y la temporalidad. Esto ha llevado a desafíos en términos de seguridad y estabilidad laboral, así como en la calidad de vida de los trabajadores.

La estructura socioprofesional también está relacionada con la distribución de los ingresos y las desigualdades sociales. España ha experimentado un aumento en la desigualdad económica en las últimas décadas, lo que ha llevado a una mayor atención en políticas de inclusión social y redistribución de la riqueza.

  1. LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

4.1. MIGRACIONES INTERIORES

Las migraciones interiores se refieren al movimiento de personas dentro del territorio español, desde una región a otra. En España, históricamente ha habido flujos migratorios desde zonas rurales hacia áreas urbanas, donde se concentran las oportunidades económicas y laborales.

Durante el siglo XX, se produjo un intenso proceso de migración interna en España, conocido como la migración del campo a la ciudad. Muchas personas abandonaron las áreas rurales en busca de mejores condiciones de vida y empleo en las ciudades. Esto condujo a un proceso de urbanización y a la concentración de la población en ciudades y áreas metropolitanas.

Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un cambio en los patrones de migración interna. Se ha observado una tendencia hacia la descentralización y la redistribución de la población, con un crecimiento de las áreas periurbanas y las ciudades de tamaño medio. Esto se debe a factores como el desarrollo de infraestructuras, la mejora de las comunicaciones y la búsqueda de una mejor calidad de vida en entornos menos congestionados.

4.2. MIGRACIONES EXTERIORES

Las migraciones exteriores se refieren al movimiento de personas entre países. España ha sido tradicionalmente un país de emigración, con grandes flujos migratorios hacia otros países, especialmente durante la segunda mitad del siglo XX.

4.2.1. LA EMIGRACIÓN

Durante las décadas de 1960 y 1970, España experimentó una importante emigración hacia otros países, principalmente hacia países europeos como Alemania, Francia, Suiza y Bélgica. Esta emigración se debió en gran medida a las condiciones económicas desfavorables en España y a la búsqueda de mejores oportunidades de empleo.

Sin embargo, a partir de la década de 1980, se produjo un cambio en los flujos migratorios y España se convirtió en un país receptor de migrantes. Esto se debió a la mejora de las condiciones económicas y laborales en el país, así como a la integración de España en la Unión Europea.

4.2.2. LA INMIGRACIÓN

En las últimas décadas, España ha experimentado un aumento significativo en la inmigración, convirtiéndose en uno de los principales destinos de migrantes en Europa. Los flujos migratorios se han originado principalmente en América Latina, África y Europa del Este.

La inmigración ha tenido un impacto profundo en la estructura demográfica y social de España. Ha contribuido al crecimiento de la población, a la diversidad cultural y étnica, así como al desarrollo económico del país.

Sin embargo, en los últimos años, ha habido un descenso en los flujos migratorios debido a la crisis económica y la reducción de las oportunidades de empleo. También se han implementado políticas más restrictivas en materia de inmigración.

  1. ANÁLISIS POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS

El análisis de la población española por comunidades autónomas permite comprender las particularidades demográficas y migratorias que se presentan a nivel regional. Cada comunidad autónoma tiene características distintas en términos de crecimiento demográfico, composición por edad, migraciones y estructura socioprofesional. A continuación, se proporciona una visión general de algunos aspectos relevantes:

  • Cataluña: Es una de las comunidades autónomas más pobladas de España. Barcelona, su capital, es una ciudad con un importante atractivo tanto para la población nacional como para los migrantes. Cataluña ha experimentado un crecimiento demográfico sostenido, aunque se ha observado una disminución en las tasas de natalidad en los últimos años. Además, ha sido receptor de migrantes internacionales, especialmente de países latinoamericanos.

  • Madrid: La Comunidad de Madrid, con la ciudad de Madrid como su centro neurálgico, tiene una población en constante crecimiento. La capital española es un importante polo económico y de servicios, lo que ha atraído a una gran cantidad de migrantes internos y externos. Madrid cuenta con una estructura socioprofesional diversa y una población joven en comparación con otras regiones.

  • Andalucía: Es la comunidad autónoma más poblada de España. Presenta una estructura demográfica diversa, con una combinación de áreas urbanas y rurales. Andalucía ha experimentado flujos migratorios internos, con migrantes que se trasladan desde áreas rurales hacia las ciudades costeras. Además, ha sido un destino para la migración internacional, principalmente de países africanos y latinoamericanos.

  • País Vasco: Es una comunidad autónoma con un alto nivel de desarrollo económico y una estructura socioprofesional orientada hacia la industria y los servicios. Presenta una población envejecida, pero con una alta esperanza de vida. Ha experimentado migraciones internas hacia la zona urbana de Bilbao y San Sebastián, así como migraciones externas, con la emigración de jóvenes en busca de oportunidades laborales en otras regiones de España y en el extranjero.

  • Galicia: Es una comunidad autónoma situada en el noroeste de España. Se caracteriza por una población envejecida y una estructura demográfica que ha sido afectada por la emigración histórica. Galicia ha experimentado un proceso de envejecimiento y una disminución de la población debido a la baja natalidad y la emigración de jóvenes en busca de empleo en otras regiones o en el extranjero.

Estos son solo algunos ejemplos, pero cada comunidad autónoma tiene sus particularidades demográficas y migratorias propias. El análisis detallado de cada región permite comprender mejor los desafíos y oportunidades demográficas, económicas y sociales que enfrenta cada comunidad en particular.

6. CONCLUSIONES

El estudio de la población española y los fenómenos migratorios nos permite comprender los cambios demográficos y sociales que ha experimentado el país a lo largo del tiempo. A continuación, se presentan algunas conclusiones clave:

  1. Evolución demográfica: España ha experimentado una transición demográfica, pasando de un ciclo demográfico antiguo, caracterizado por altas tasas de natalidad y mortalidad, a un ciclo demográfico moderno, con tasas de natalidad y mortalidad más bajas. Esto ha resultado en un envejecimiento de la población y desafíos relacionados con el cuidado de los mayores y la sostenibilidad de las pensiones.

  2. Cambios en la estructura demográfica: La población española presenta una estructura envejecida, con un aumento significativo de la población mayor de 65 años. Esto implica la necesidad de adaptar los servicios y políticas públicas para satisfacer las demandas de este grupo de edad.

  3. Migraciones internas: España ha experimentado migraciones internas desde áreas rurales hacia áreas urbanas, especialmente en el pasado. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido una tendencia hacia la descentralización y la redistribución de la población, con un crecimiento de las áreas periurbanas y ciudades de tamaño medio.

  4. Migraciones externas: España ha pasado de ser un país de emigración a convertirse en un destino para los migrantes. La inmigración ha tenido un impacto significativo en la estructura demográfica, la diversidad cultural y el desarrollo económico del país. Sin embargo, en los últimos años, ha habido una disminución en los flujos migratorios debido a la crisis económica y políticas más restrictivas en materia de inmigración.

  5. Diferencias regionales: Cada comunidad autónoma en España presenta particularidades demográficas y migratorias propias. Algunas regiones han experimentado un crecimiento demográfico sostenido, mientras que otras enfrentan desafíos relacionados con el envejecimiento de la población y la emigración de jóvenes en busca de empleo.

En general, el estudio de la población española y los fenómenos migratorios nos ayuda a comprender los cambios en la estructura demográfica, los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en términos de envejecimiento, migraciones y desarrollo económico. Estos conocimientos son fundamentales para informar y diseñar políticas públicas efectivas que aborden las necesidades de la población y promuevan un desarrollo sostenible.

7. BIBLIOGRAFÍA

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